¿Crees que coincidir es un lujo, y CONECTAR un milagro... o percibes que sintonizar con lo que CONSTRUYE sucede fácilmente? ¿A día de hoy, observas que la mayoría reconoce y cuida su propio espacio, y el de los demás... que sabe respetar su propia "soberanía" y la ajena?
¿Disfrutas de tu espacio o... lo oKupas...? ¿Estás al tanto de lo diferente que es compartir tu visión de que la impongas, sabes distinguir cuándo estás invadiendo el territorio o espacio “sagrado” de otro-a...?
Invadir RESTA, es sinónimo de IMPONER tu criterio, (pese a quien pese), sin contar con el consentimiento del receptor. Implica asediar para, finalmente, “entrar por la fuerza", bien, por la puerta de atrás, "disimulando", o bien, por la grande, "sin complejos".
Compartir SUMA, lleva implícito el valor de la GENEROSIDAD... querer atender para comprender y disponer de la sana intención de acoger la necesidad del otro-a, sin pretender anteponer tu modelo del mundo al suyo.
Quien invade NIEGA la existencia del otro: actúa cómo si el espacio ajeno no fuera tan relevante, palpable y "sagrado" como el suyo... Quien comparte RESPETA ambos espacios, el suyo y el ajeno: ejerce de... Semilla Humana Evolucionaria.
En la medida en que cumples años valoras más la MEDICINA del respeto genuino a tu propio espacio, sobre todo cuando has aprendido a decir NO cuando es NO para TI… y SÍ cuando es SÍ con amabilidad, tranquilidad, confianza y firmeza. Eso denota, que tú sabes... respetar empieza por ti y... te RESPETAS a TÍ.
Es cuando, cada día, desde DENTRO de TÍ, dedicas atención y energía a palpar la textura, percibir "la onda", del espacio que ERES y reconocer qué lo contrae e intoxica... y qué lo retroalimenta y expande... y aprendes a ser mucho mejor sostenedor-a de TÍ.
Es cuando conectas la INOCENCIA, que llevas en el cuerpo, con tu sabiduría INNATA... Y reconoces, vibras qué sí es RESPETAR(te)... y qué o quién RESPETA tu modelo del mundo y "espacio sagrado"... y qué o quién no.
Y tú, ¿desde dónde te comunicas con el espacio sagrado que HABITAS...? ¿Y el que habitan quienes te rodean...? ¿Distingues, con claridad, quién pretende "entrar por la fuerza en tu espacio" y quien, por el contrario, comprende y respeta tu INTEGRIDAD, tu libertad de SER y criterios de elección…?
Descubrir la respuesta solo requiere QUERER hacerlo... permitir que la INOCENCIA te habite, sentir su textura dentro... y escuchar, sin juicios, para distinguir, verdaderamente, cómo vibra cada palabra: percibir cómo delatan el sentimiento o emoción desde dónde te pronuncias tú... y desde dónde, (y para qué), tus demás...
Si desde la opinión e imposición, o desde una descripción relajada por vivida, neutra y amorosa o documentada y constructiva, amable y objetiva... en definitiva, vinculada a la ALEGRÍA... de vivir.
Y descubres que darte lo mejor es: LIBERARTE, desvincularte, cuando percibes, vibras, la energía del control, egoísmo, necesidad de valoración externa, miedo y/o manipulación o... eliges VINCULARTE cuando es bien perceptible para ti la energía de la Comprensión, respeto a la Libertad de Ser y el Amor genuino.
Cuando te liberas... ¿sabes qué?, también liberas el aire que todos-as respiramos, porque cuando oxigenas tu espacio, compartes lo mejor que tienes/eres: tus creaciones cotidianas no manipulan y tampoco intoxican, OXIGENAN, te(nos) conectan con la ALEGRÍA... de VIVIR. Y... como siempre: tú eliges...
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